El astragalo es una hierba muy valorada en la medicina tradicional china, conocida como huang qi (líder amarillo). Se utiliza desde hace siglos por sus propiedades tonificantes del qi, o energía vital.
Estimula el sistema inmunológico: contiene polisacáridos, saponinas (astragalosidos), flavonoides y triterpenoides que potencian la actividad de linfocitos T, B y macrófagos para defenderse de infecciones.
Efectos antioxidantes y antiinflamatorios: protege las células del estrés oxidativo y ayuda a regular la inflamación.
Favorece la función cardiovascular y metabólica: ayuda a disminuir presión arterial, azúcar en sangre, colesterol y resistencia a la insulina.
Apoyo renal y respiratorio: promueve la salud del corazón, los riñones y las vías respiratorias.
Energía, resistencia y longevidad: mejora la vitalidad física y mental, combate la fatiga, y se asocia con efectos antienvejecimiento como protección del ADN o activación de la telomerasa.
Cicatrización y salud de la piel: favorece la regeneración tisular, acelera la cicatrización de heridas y mejora la apariencia cutánea.
Puedes preparar una infusión caliente:
Agrega ½ a 1 cucharadita de astrágalo en polvo en una taza de agua caliente.
Déjalo reposar 10–15 minutos (puedes colar si lo deseas).
Opcional: endulza con miel o stevia si el sabor es muy fuerte.
Añade ½ a 1 cucharadita en batidos de frutas, leche vegetal, yogur o proteína en polvo.
Se mezcla bien y el sabor queda camuflado con otros ingredientes.
Tradicionalmente se usa en caldos medicinales chinos.
Puedes añadir 1 a 2 cucharaditas a caldos de verduras, pollo o miso.
Ideal para consumirlo a diario sin notar su sabor.