El betabel (también conocido como remolacha, Beta vulgaris) es una raíz comestible de color rojo intenso debido a pigmentos llamados betalaínas. Es apreciado tanto en gastronomía como en nutrición y contiene vitaminas (A, C, complejo B), minerales como potasio, hierro y magnesio, así como fibra y carbohidratos naturales.
Las versiones deshidratadas y molidas del betabel concentran sus nutrientes y ofrecen beneficios destacados:
Mejora de la circulación y presión arterial: su contenido en nitratos se convierte en óxido nítrico, dilatando vasos sanguíneos, facilitando el flujo y reduciendo la presión arterial.
Mayor rendimiento físico: al aumentar la oxigenación muscular, aporta mayor energía y resistencia durante el ejercicio.
Antioxidantes y antiinflamatorio: contiene betalaínas, carotenoides y polifenoles, que combaten el estrés oxidativo y la inflamación.
Salud digestiva: su aporte de fibra estimula el tránsito intestinal y favorece la microbiota.
Salud hepática: promueve la desintoxicación del hígado y purificación de la sangre.
Apoyo a la inmunidad y prevención de anemia: rica en hierro, ácido fólico, vitamina C y zinc.
Prevención del envejecimiento celular: sus antioxidantes pueden retardar los signos de la edad y proteger contra ciertos cánceres (piel, hígado)
Smoothies y batidos energéticos:
Mezcla 1 cucharada (≈ 10 g) de polvo con plátano, espinacas y leche vegetal, opcionalmente miel o semillas de chía.
Jugo o té detox:
Disuélvelo en agua, jugo natural o en bebidas verdes tipo limón+zanahoria con piña para mejorar sabor y efectos.
Repostería y panadería saludables:
Agrega betabel en polvo a masas de pan, muffins, brownies o galletas para nutrirlas y dar color natural sin colorantes artificiales.
Salsas, aderezos o bowls:
Espolvorea sobre ensaladas, wraps, pastas, yogures o bowls para un toque visual y nutricional.