La inulina de agave en polvo es una fibra natural que se extrae del agave, una planta originaria de México. Se presenta como un polvo blanco o ligeramente beige, sin sabor fuerte, y se disuelve fácilmente en líquidos. Es un tipo de fibra prebiótica, lo que significa que alimenta las bacterias buenas del intestino.
Mejora la digestión: Ayuda a tener un sistema digestivo saludable al favorecer la flora intestinal.
Prebiótica natural: Estimula el crecimiento de bacterias buenas como los lactobacilos y bifidobacterias.
Controla el apetito: Aumenta la sensación de saciedad, ayudando a evitar comer en exceso.
Regula el azúcar en sangre: No eleva el nivel de glucosa, ideal para personas con diabetes o dietas bajas en azúcar.
Apoya la salud ósea: Favorece la absorción de minerales como el calcio y magnesio.
Apta para veganos y sin gluten.
Ideal para smoothies, licuados, té o café.
Agrega 1 a 2 cucharaditas por taza de bebida.
Mezcla bien; se disuelve fácilmente en líquidos calientes o tibios.
Aporta un dulzor suave y mejora la textura.
Puedes usarla para reducir azúcar o aumentar la fibra.
Sustituye hasta 25–50% del azúcar de una receta.
Úsala en: bizcochos, galletas, muffins, barras energéticas, pudines.
Ejemplo: Si una receta lleva 100 g de azúcar, puedes usar 50 g de azúcar y 25 g de inulina.Mejora la fermentación al alimentar la levadura.
Da suavidad a la miga y mejora la textura.
Sustituye parte de la harina (no toda) con inulina.
Añade entre 5–10% del peso de la harina en inulina (por ejemplo, 10 g de inulina por cada 100 g de harina).
Espolvorea directamente sobre el yogur o mezcla con granola.
Aumenta la fibra sin alterar demasiado el sabor.
Úsala como espesante en postres veganos (como mousse de aguacate o cremas).
Ayuda a dar cuerpo sin necesidad de grasa o azúcar adicional.