La matcha es un tipo de té verde en polvo.
Se obtiene de las hojas jóvenes del té verde, que se secan, se muelen muy finamente, y se convierten en un polvo verde intenso.
A diferencia del té verde común (que se infusiona y luego se tira la hoja), con la matcha te tomas toda la hoja, lo que te da más beneficios.
Energía natural y duradera
Contiene cafeína, pero menos que el café. Además, tiene un aminoácido llamado L-teanina que ayuda a que la energía sea más suave y sin el bajón que a veces da el café.
Mejora la concentración
Gracias a la combinación de cafeína + L-teanina, te mantiene despierto pero también relajado y enfocado.
Antioxidante poderoso
Tiene muchos antioxidantes, en especial uno llamado EGCG, que ayuda a combatir el envejecimiento celular y fortalece el sistema inmune.
Acelera el metabolismo
Puede ayudar a quemar grasa más rápido cuando se combina con ejercicio.
Desintoxica el cuerpo
Por su alto contenido en clorofila (el pigmento verde), ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas.
Ingredientes:
1 cucharadita (1 g) de matcha en polvo
60–70 ml de agua caliente (no hirviendo, unos 80°C)
Instrucciones:
Tamiza el matcha para evitar grumos.
Colócalo en un cuenco o taza.
Añade el agua caliente.
Bate con un batidor de bambú (chasen) en forma de "M" o "W" hasta que haga espuma.
¡Listo para beber!
Opcional: Puedes usar una batidora eléctrica o espumador de leche si no tienes el batidor tradicional.
Ingredientes:
1 cucharadita de matcha
2–3 cucharadas de agua caliente
200 ml de leche (animal o vegetal)
Endulzante al gusto (miel, azúcar, stevia...)
Instrucciones:
Disuelve el matcha con el agua caliente (usa un batidor o espumador).
Calienta o enfría la leche según prefieras.
Mezcla la leche con el matcha disuelto.
Endulza al gusto y sirve.
Puedes usar matcha en polvo en repostería y cocina:
Smoothies: Agrega ½–1 cucharadita a tu batido favorito.
Postres: Añádelo a bizcochos, helados, galletas o muffins.
Avena o yogur: Espolvorea un poco encima.
Panes y pancakes: Mezcla con la harina para dar sabor y color.